Hoy les presento este museo que visité, un poco raro, pero interesante para recorrer y conocer otro lado de nuestra historia.
El Museo Penitenciario Argentino Antonio Ballvé es una institución dedicada a coleccionar, preservar, estudiar y comunicar el acervo histórico, social y cultural de la actividad penitenciaria federal. Se encuentra en la calle Humberto Primo 378, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Abrió sus puertas el 4 de diciembre de 1980 en un singular edificio, construido a principios del siglo XVIII. Sus sólidos muros, barrotes de hierro y patios soleados albergan las salas de exposición que muestran cronológicamente los cambios que experimentaron a lo largo del tiempo las penas y las cárceles en la Argentina.
El predio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1982.
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Entrada al Museo |
Sala del Director |
Grilletes que utilizaban con los detenidos |
Uniforme y grilletes utilizados por los detenidos |
Puerta de una celda de seguridad |
Enfermería |
Celda |
Proyector de películas |
Información del famoso asesino "El petiso orejudo" |
Un arma que se usaba en esa época |
Maqueta con las torturas que se aplicaban |
Ventana al patio |
Puerta de un calabozo |
Rueda de carro abandonada |
Patio de la penitenciaria |
Patio de la penitenciaria |
Todas las fotografías de este post son de mi propiedad (C)
Da como repelús...
ResponderEliminarJajaja sí! Es verdad!
EliminarNo he entendido bien, ¿fue una cárcel de verdad y ahora es un museo, o ya lo abrieron directamente como museo? supongo que estar en su interior debe dar un poco de claustrofobia. Un saltibrinco
ResponderEliminarAquí te dejo la historia de este lugar, preciosa.
EliminarOriginariamente funcionaba como casa de retiro de sacerdotes mayores y formaba parte de un complejo de instituciones jesuíticas. Tras la expulsión de la Orden en 1767, el sitio fue utilizado, sucesivamente, como hospital, asilo de menores, depósito y cárcel de deudores. A fines del siglo XIX se convirtió en correccional de mujeres, función que cumplió hasta 1974. En 1978 se instaló aquí el Museo del Servicio Penitenciario, en el que se exhiben uniformes, armas, fotografías y documentos que dan cuenta de la historia de las cárceles del país. En el interior del complejo se alza una capilla construida en 1734, Nuestra Señora del Carmen, que conserva sus elementos arquitectónicos originales. Cabe destacar también el patio interior, uno de los más antiguos de la Ciudad.
Besitos
Síndel muy interesante, amiga...En Alemania también vimos algo parecido en museos y antiguos campos de concentración. El hombre ha sido cruel a lo largo de la historia con sus hermanos...El hombre es un lobo para el hombre, sin duda.
ResponderEliminarMi gratitud por todas estas fotos que nos muestras, que ya son historia.
Mi abrazo de luz, amiga.
M.Jesús
Así es, compañera. Creo que somos la única especie que se ataca a sí misma. Ojalá algún día cambie la historia.
EliminarUn abrazo enorme. Gracias por pasar.